En tres jornadas de limpieza ya son casi 250 artefactos recuperados del cuerpo de agua; análisis revelaron altos niveles de contaminación. La gente lo frecuenta para nadar.
Durante más de una hora, cinco buzos del equipo Expedición Grosjean realizaron trabajos de saneamiento en el cenote de Chen Há de donde extrajeron 27 medidores de energía eléctrica que, sumados a los retirados en dos expediciones anteriores, suman casi 250 artefactos que fueron arrojados y rescatados de ese cuerpo de agua.
Apoyados con un detector de metales, los expertos en tareas subacuáticas tuvieron que sortear algunos retos como la falta de visibilidad y un fondo muy sedimentoso.
Además, al estar petrificados los aparatos con las piedras por la antigüedad que tienen, la extracción se tornó más compleja debido a la profundidad de más de 15 metros y la extracción hasta la superficie.
Al igual que las operaciones anteriores, en esta ocasión personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) también retiró los artefactos del cenote.
Hasta la fecha se desconoce las razones por las que esos aparatos fueron arrojados al cuerpo de agua que es visitado con frecuencia por decenas de personas para nadar y divertirse sanamente.
Sin embargo, los especialistas revelaron que las autoridades deberían iniciar una investigación pues no es casual que los medidores de luz se hayan encontrado ahí, pues al ser retirados de los domicilios, lógicamente deben ser repuestos.