El punto de inflexión donde se reflejará el 22% de los incrementos de materiales que se han venido cargando, se verá en 120 días.
Arq.- Alejandra Sánchez Gálvez
Desde el punto de vista técnico, estamos en un proceso en el que el costo del dinero se va a encarecer derivado de la inflación que estamos viviendo; eso ocasionará paulatinamente el ajuste a la tasa de referencia por parte de Banco de México; así como las tasas de interés que los bancos cobran en sus diversos productos de crédito y, en particular, del crédito hipotecario.
Quienes hoy están pensando en comprar una casa o un departamento tienen todavía en este escenario, el mejor momento para garantizar una tasa de interés dentro de los márgenes más bajos que hemos tenido en la historia de México.
Pero de acuerdo con analistas especializados en construcción, será a partir del primer trimestre del 2022 cuando empecemos a ver incrementos graduales que podrían llegar a ser significativos.
Debemos considerar otros aspectos fundamentales dentro del sector inmobiliario que también marcarán la pauta. Por un lado, la existencia de una demanda auténtica de vivienda (aproximadamente 800,000 al año) y, por otro, la escasa producción de la misma, algo que se ha vivido desde el 2020 (200,000 viviendas), 2021 (185,000 viviendas) y que, sin duda, se repetirá a la baja en 2022.
Desafortunadamente esta situación se debe, sobre todo, a que las inversiones para construir desarrollos inmobiliarios de vivienda demandan mucho capital y conllevan un “riesgo importante” que requiere de certidumbre por parte de los inversionistas, lo cual no se ha logrado generar debido a las políticas públicas y a nerviosismo por parte de los clientes potenciales.
Este escenario también es normal después de todo lo que hemos tenido que pasar con la pandemia, la falta de trabajo, cierre de empresas y mercados inestables, que hacen que los clientes o potenciales compradores de vivienda, prefieran esperar a más entrado el año 2022.
Hay que recordar también que los materiales de construcción como el acero, tuvieron incrementos significativos durante el 2021, derivados de la contingencia sanitaria. Aunque las desarrolladoras son las que suelen absorber el impacto, estiman que, para el segundo trimestre, sí se vea reflejado el incremento en la salida de venta al cliente final. Por lo que habrá ajustes y es ahí donde si es que tienen la posibilidad es buen momento antes de marzo para poder cerrar o “amarrar” un trato inmobiliario.
Aquellas personas que están analizando la adquisición de una casa en 18 o 24 meses, los próximos 90 días también serán un buen momento para adquirir su vivienda (en preventa), porque el punto de inflexión donde se reflejará el 22% de los incrementos de materiales que se han venido cargando, se verá en 120 días.
Hay plataformas digitales o las bien llamadas “apps” que se dedican a vender y comprar casas y departamentos que tienen buenas ofertas, por lo que no descarten el echar un vistazo por ahí y no solo con los clásicos medios como las arrendadoras fijas o por conocidos.