Los 7 Pueblos Mágicos de Yucatán, una mina de oro para el Detectoturismo; cuenta con Espita, Motul, Tekax, Valladolid, Izamal, Sisal y Maní.
Los 7 Pueblos Mágicos de Yucatán: Valladolid, Izamal, Sisal, Maní, Espita, Motul y Tekax son una mina de oro para los amantes del Detectoturismo y febrero es un mes ideal, ya que además de estar marcado por el Día de San Valentín, fecha en la que se festeja al amor, la amistad y en general a todas las amistades, es el pretexto ideal para que tu cita romántica se convierta en una experiencia inolvidable.
“Las parejas, grupos de amigos, y en general quienes buscan en dónde pasar un fin de semana lleno de aventura y en un entorno cultural y natural, acuden a los Pueblos Mágicos por sus características que los vuelven únicos”, señala Otto Fernández, Manager de México, Centroamérica y Caribe de Minelab.
“Estos pueblos están rodeados de naturaleza, tienen en su interior sitios como haciendas y terrenos con una gran historia, y cuentan con senderos en los que se pueden encontrar un sinfín de objetos metálicos enterrados en el subsuelo que se pueden detectar mediante el detectoturismo”, considera.
Los Pueblos Mágicos, según información oficial, son sitios con símbolos y leyendas, poblados con historia y que han sido escenarios trascendentales para el país. A su vez, este tipo de lugares muestran la identidad nacional en sus rincones, lo que los vuelve atractivos de visitar y permite conocer en general el colorido y encanto de la cultura nacional. El año pasado, de acuerdo con la Concanaco Servytur, el número de Pueblos Mágicos en México subió de 132 a 177.
¿Por qué buscar metales en los Pueblos Mágicos?
Melissa Sombrerero, traveler mexicana y embajadora de Minelab en el país, considera que estos sitios son ideales ya que por su larga tradición, cuentan con ecosistemas en los que se esconden diversos objetos que, independientemente de su valor, tienen mucha historia detrás.
De ese modo el detectoturismo permite sumergirse en la historia del lugar a través de los objetos con una conexión única con el pasado de la región y fomenta conversaciones significativas entre parejas.
Para llevar a cabo esta actividad en pareja en dichos poblados, la especialista en viajes y detectoturista embajadora de la marca, recomienda los siguientes puntos básicos:
Investigación previa: antes de aventurarse, investigar la historia del Pueblo Mágico seleccionado puede proporcionar pistas sobre posibles áreas de interés y aumentar las posibilidades de hacer descubrimientos emocionantes.
Respeto por el entorno: es fundamental respetar el entorno y seguir las normativas locales. Evitar áreas protegidas y ser consciente del impacto ambiental garantiza una experiencia sostenible y respetuosa.
Equipamiento adecuado: contar con un detector de metales de calidad, como los ofrecidos por Minelab, es esencial para maximizar la eficacia y la satisfacción durante la búsqueda. Por el tipo de terrenos y superficies que los ecosistemas que estos pueblos presentan, es recomendable llevar un detector ligero, apto para largas caminatas y que no signifique un esfuerzo mayor al transportarlo.
Compartir descubrimientos: fomentar la comunidad detectoturística compartiendo descubrimientos en foros o redes sociales. Esto no solo promueve la pasión por la actividad, sino que también contribuye a la preservación de la historia local.
El detectoturismo no solo es una actividad que ayuda a mejorar la condición física de las personas y les ayuda a conectarse con la naturaleza mientras contribuyen a la limpieza del ecosistema, sino que también alienta a las parejas y grupos de amigos a explorar nuevos lugares y generar experiencias que, en este 14 de febrero, se conviertan en recuerdos inolvidables en un entorno único y culturalmente enriquecedor.
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