Regina Tattersfield, curadora de arte nos invita a descubrir un mundo nuevo a través de la escultura y la pintura.
En el marco de la exposición “Simbiosis, Vivir la Experiencia de la Tierra” que se presenta en la galería de arte y cultura Casa Gemela, se reúnen dos talentosas artistas: la pintora Tania Cámara y la escultora Lorraine Toohey, en una exposición realizada por la curadora de ascendencia británica Regina Tattersfield, quien nos platica el trasfondo de este viaje que nos lleva de la tierra al cielo y del mar al desierto.
¿Cuánto tiempo llevas radicando en Mérida?
En Mérida tengo 4 años trabajando de manera independiente y también con algunas instituciones. Temporalmente soy profesora y también doy clases. Ayudo a la formación de los artistas y la labor que más he desarrollado es la curaduría de arte, dicho de otra forma es “el ejercicio de poner en el espacio la obra de los artistas”.
¿Cómo se logra llegar a ser curador de arte?
No existe una carrera como tal. Sin embargo, en la maestría hay una formación como subsistema y cada vez hay más diplomados o cursos que te van llevando. En realidad la figura de la curadora o curador es muy reciente. El término curador es reciente en la historia del arte. Cuando doy clases le platico a los estudiantes que mis primeros curadores son los propios artistas, ya que ellos son sus propios curadores, después surgen los Comisarios que son los encargados de acompañar a los artistas con su obra. En la segunda mitad del siglo XX surge la figura del curador y un curador lo que hace es ayudar a legitimar la obra de los artistas en la escena. Si a un artista le hace su exposición un curador ya cuenta con el reconocimiento de alguien.
¿Cómo se logra en el mercado destacar como curador, cómo te reconoce el medio?
Como se trata de un ejercicio más o menos reciente la profesionalización no es tan sencilla. En Mérida ha costado mucho trabajo dignificar la figura del curador o curadora porque realmente puedes pensar que poner la obra de un artista en el espacio lo hace cualquiera, pero hay mucho de trasfondo.
¿Esto es lo que te ha dado la experiencia, en cuanto a las exposiciones, digamos cómo aprovechar los espacios… contrarrestar los colores de la obra… en fin?
Sí, la práctica. Además es muy honorable la inauguración de una expo porque las artistas que confíen su trabajo y por ejemplo en el caso de Tania y Lorraine no me conocían. Normalmente los artistas te buscan como curador, puedes escribir sobre sus obras, puedes curar sus trabajos y empiezas pero cuando una galería te busca y te dice cura estos artistas obviamente hay que entablar una comunicación con ellos y debe haber empatía. Les agradecí mucho a las dos que hubieran confiado en mí, lógicamente a través de Sonia González González, que es la Directora General de Casa Gemela.
Sonia tuvo mucha sensibilidad en saber a quiénes reunir para la exposición Simbiosis que se exhibe en la Casa Gemela y cuando me dijeron tienes que curar la obra de Lorraine y Tania, me cuestioné cómo lo vamos a hacer, ya que una es artista de pinturas la otra de esculturas o vasijas que realmente se vuelve una magia. Hablé con ellas, las escuché para saber qué querían y tratar de entender en este caso específico qué es lo que los artistas tienen en común.
¿En esta exposición Simbiosis qué es lo que hay en común?
La podemos disfrutar en cuatro espacios: el primer espacio es “De la tierra venimos” y es donde están las esculturas en el jardín y es la primera vez que se monta esto. En el arte esto se llama que la obra es de sitio específico. Cuando un artista trabaja para un sitio se dice esto, porque para la gente en común es un jardín pero no lo visualiza de esa manera y al artista le inspira algo ese lugar.
Lorraine Toohey, Regina Tattersfield, Tania Cámara.
En la segunda sala, pasamos al núcleo de presencias. Toda la narrativa te habla en cuatro momentos de un recorrido por la historia de la tierra, entonces empieza hablando de la misma tierra en el jardín, después entramos y nos encontramos con las primeras presencias espirituales o divinas que son estos seres que hizo Lorraine… los que cuelgan. Uno se llama espíritu de la medicina, otro espíritu bailarín, otros se llaman ser espíritu y si se fijan las tres pinturas que hay de Tania en este espacio, no son árboles como tal, uno es el árbol de la fortuna y otro se llama Edén. Son metáforas de árboles y de hecho son sus únicas piezas que tienen esos detalles de estructura, ya cuando subes al segundo piso, ves en las pinturas magnolias, la lluvia de oro y los pájaros que son especies endémicas de Yucatán con las que Tania trabaja y en la parte de arriba los coloqué por el espacio, lo cual es todo un reto como curadora, porque tienes que aprovechar el espacio físico para que la gente pueda circular y disfrutar de las obras exhibidas.
Como es la parte de arriba es abajo, para tener la idea de que en el segundo piso están los árboles, que es lo que vemos en la superficie de la Tierra y lo que vemos debajo son todos estos seres… las raíces y todo lo que habita en el núcleo de la tierra, lo que no vemos.
En el último espacio hablamos de cuando el planeta empieza a formar agua y tierra… se forma el mar, el desierto y todas estas obras de Lorraine son muy marinas. Unas nos llevan hacia el mar, otras al desierto. Y éste que se llama huevo cósmico me gusta mucho porque es como un principio de la vida.
¿Qué significa el aserrín en el piso?
Agregamos aserrín porque yo tenía la sensación de que necesitábamos un elemento que las conectara visualmente. En principio quería meter tierra o arena, pero pensamos en reutilizar algo que pareciera basura para no tomar más elementos de la naturaleza. Los curadores tenemos que aprovechar todos los elementos de las obras y del espacio físico en donde será presentada la exhibición, pero el curador o curadora debe tomar decisiones deliberadas y que le gusten a los artistas obviamente.
¿Todas las obras que se exponen en las galerías están a la venta?
Hay un catálogo. Se toma el QR y tienes acceso a los catálogos impresos en donde los coleccionistas o posibles compradores se pueden acercar a la galería para conocer acerca del precio de las obras.
El arte si bien es inspiración, talento, también tiene una cara que es la de negocio…
Exactamente. Tania Cámara lo dijo de manera muy contundente: Yo no pinto porque no tenga otra cosa que hacer. Yo pinto porque es mi trabajo, y esto a diferencia de lo que otros creen, es un oficio, de tal manera que diariamente ella se levanta, se baña, desayuna, se sienta y se pone a pintar. Igual que Lorraine, todas sus piezas son nuevas y tardó 6 meses en su elaboración.
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