Sectur estima que en los últimos meses hay hasta un 80 % de recuperación.
El Primer Estudio Económico de los Pueblos Mágicos presentado el 16 de diciembre, por el secretario Miguel Torruco Marquez revela que hay expectativas favorables para las 132 localidades, pues todos los destinos han mantenido un crecimiento sostenido.
“Por primera vez contamos con datos estadísticos económicos, en materia de turismo, los cuales provienen de los Censos Económicos que levanta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cada cinco años, aportando nuevos elementos y criterios para una mejor toma de decisiones en el nombramiento de futuros Pueblos Mágicos”, indicó el titular de Turismo.
Dijo que aunque es difícil medir el impacto de estas poblaciones en la economía turística, en el informe hay elementos que dejan ver que las esperanzas que se tienen depositadas en el programa están justificadas.
Con base en el documento, de 2003 a 2018, los cuatro pueblos mágicos de Chiapas, uno de los estados más pobres del país, han aportado un 5,79 % de la economía regional.
TURISMO NACIONAL COMO OPCIÓN
“Somos una parte importantísima en el sector, y tenemos el valor agregado de que dentro de los estados nos conocen y eso nos convierte en un atractivo que difícilmente ves en otro tipo de destinos”, agregó Igor Roji López, alcalde de Orizaba, en el oriental estado mexicano de Veracruz, y presidente de la Red Nacional de Alcaldes de Pueblos Mágicos.
Orizaba es otro ejemplo de cómo las economías de los estados se ven impactadas favorablemente por el programa de turismo.
Cuando el municipio veracruzano fue catalogado como pueblo mágico en 2015, recibía una media de 35.000 turistas al año, después de su inclusión al listado “mágico”, los números llegaron a rebasar los 500.000 en 2018.
En Sectur apuntan a la combinación del turismo interno y la recuperación de los niveles de visitas prepandémicos como un tándem que puede servir como catapulta tras casi dos años de pandemia.
UN AÑO DIFÍCIL
El producto interno bruto (PIB) del turismo se contrajo 25,4 % en términos reales en 2020, con lo que alcanzó su nivel más bajo desde 2008, de acuerdo con un reciente balance del Inegi.
Además, la proporción del PIB turístico como parte de la economía nacional pasó de 8,5 % en 2019 a 6,7 % en 2020.
Aunque todavía no hay las cifras oficiales anuales, todos los indicadores muestran que en el último año ha habido un efecto rebote con respecto a 2020, si bien todavía falta terreno por recuperar.
“No vamos a llegar a los niveles prepandémicos (en 2021). El piso se tocó el año pasado y en este hemos visto signos de recuperación”, agregó Cervantes.
Pero hay datos esperanzadores para el próximo año como el de vuelos desde el extranjero, pues según las estimaciones del Gobierno, los asientos de avión programados para este año representan un aumento de 22,5 % sobre los pasajeros transportados en 2019.