Un platillo que viene de cientos de años entre la herencia marítima de los vikingos noruegos, los españoles y nuestra cocina.
El bacalao es un platillo muy esperado en las celebraciones del mes de diciembre en México. Este no queda exento de aparecer en una cena de una posada, la Navidad y la Noche vieja para recibir el año nuevo, y con ello ser protagonista en los famosos recalentados.
Su sabor y textura se han integrado de forma profunda con nuestra gastronomía mexicana a partir de varios siglos de relación entre los gélidos mares del norte y los fogones de las cocinas de esta tierra. A pesar de su origen y legado tradicional, con el paso de cerca de cinco siglos no se puede pasar por alto este personaje en las fiestasa relación de México y el hábitat del bacalao
Este fabuloso pez tiene una primera conexión con México y esa viene directamente de nuestro mar. La corriente marina del Golfo de México lleva agua caliente desde nuestro litoral cruzando el Océano Atlántico. Al llegar hasta el continente europeo, la corriente avanza sobre la costa noruega para alcanzar el lejano Océano Ártico. Allí se crean las condiciones óptimas para que el ecosistema del bacalao pueda reproducirse en uno de los cuerpos de agua más ricos y retadores del mundo.
Noruega y el hábitat de este pez enfrentan una temperatura promedio debajo de los cero grados centígrados durante el invierno; el sol desaparece durante varios meses, hay días con fuertes nevadas, vientos gélidos y condiciones extremas en altamar.
Las condiciones oceánicas, como la temperatura y su salinidad, determinan el orden las migraciones del bacalao a través de aguas muy agitadas, donde realiza un gran esfuerzo físico para nadar largas distancias. Esto tiene un impacto directo en su pesca: estos poderosos peces desarrollan músculos firmes que permiten que su carne sea firme, blanca, brillante y magra. Sin duda esto genera un producto que es de inigualable calidad a la mesa.
Esta calidad no es accidental es la tradición pesquera de los vikingos noruegos que en más de 11 mil años han perfeccionado y leído el mar como ninguno. Esta herencia es parte de su legado cultural de comercio, pesca y marinero. El bacalao tiene un papel central en su cultura, ya que cuando el alimento escaseaba en tierra firme la cosecha de este pescado ofrecía un alimento que les daba para sobrevivir en temporadas difíciles. Fuente Life & Style.