“A usted sólo le puedo preguntar cómo hace una sopa de fideos” …
Por. Arquitecta Alejandra Sánchez Gálvez
Este mes siempre nos inspira, nos alerta y nos recuerda todo sobre el poder femenino. Los días 8 y 9 de marzo son los más cargados de emociones que van desde denuncias, marchas, gritos, ponencias y eventos.
En el sector de la arquitectura en México se ha visto de dos años para acá, esfuerzos por tener presencia en las marchas multitudinarias por medio de algunos colectivos o grupos. Todo cuenta, todo suma. Pero la realidad es que en el medio de la construcción, diseño, urbanismo y arquitectura en México todavía hay francas desigualdades de género. Se ha avanzado algo, pero basta ver carteles de eventos o ponencias donde todo el panel es masculino, o cuando hay que hablar de un tema relevante sobre la ciudad o sobre un edificio, siempre se recurre a buscar a los mismos “expertos”, que resultan ser hombres.
Pero no solo nosotras seguimos pasando las de Caín; desde los años 30´s o 40´s del siglo pasado, era todo un reto ser mujer y querer dedicarse a la construcción. Por eso hoy les platicaré de dos mujeres que vale la pena descubrir y que fueron pioneras de varios proyectos.
María Luisa Dehesa Gómez Farías, fue la primera mujer en México y Latinoamérica en recibir un título de arquitecta. Ingresó a la Real Academia de San Carlos y formó parte de una generación integrada por 113 personas de las cuales solo cinco eran mujeres. Se enfrentó a la discriminación dentro de la Academia en diversos grados. Ella y sus cuatro compañeras fueron separadas de sus compañeros varones a otro salón. Los profesores se saltaban su lugar y el de sus compañeras cuando se pedía la participación de los estudiantes, y sobre ello hay una anécdota: “Un día le pedí a un maestro que me explicara por qué a mí no me preguntaba sobre los temas de la clase, quien le respondió : A usted sólo le puedo preguntar cómo hace una sopa de fideos”.
El 17 de julio de 1939 presentó su tesis enfocada en la proyección de un cuartel militar que incluía viviendas familiares para que los soldados pudieran vivir en compañía de su familia. El fin era disminuir el abandono y el alto índice de criminalidad entre los hijos de oficiales.
Con su tesis desarrollada en diecisiete planos junto a una memoria escrita obtuvo mención honorífica, se graduó y cambió la concepción que se tenía de la vivienda en México.
María Luisa Dehesa Gómez Farías
La segunda mujer es María Stella Flores Barroeta, ella desde pequeña ya sabía que quería estudiar algo relacionado con la “construcción”, por lo que no dudó en estudiar la carrera de Arquitectura al enterarse de que las mujeres podían participar. Estudió en la Escuela Nacional de Arquitectura y obtuvo su título universitario en 1948 con la tesis: “Una clínica del IMSS”.
Uno de sus primeros trabajos fue colaborar con el arquitecto Mario Pani en la construcción del multifamiliar Miguel Alemán, en el que demostró gran entusiasmo y destreza en su área; y por ello, se ganó la invitación en participar en el proyecto de Ciudad Universitaria en la Ciudad de México.
Su inquietud y motivación por participar activamente en el desarrollo de nuestro país, la impulsó a crear y dirigir la primera Asociación de Arquitectas en México, a finales de 1960. Fue un parteaguas porque después surgieron más asociaciones, como la actual Asociación Mexicana de Arquitectas y Urbanistas, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM.