Ayenda, la cadena de hoteles latinoamericana más grande de la región que cuenta con más de 200 hoteles, opera en Colombia, Perú y México, con un modelo de franquicia por conversión que busca hoteles independientes para unirse a su marca e impulsar su crecimiento.
Así, para vender más sin elevar los costos de operación y compartiendo los mismos objetivos con los hoteles aliados, Ayenda optimiza la capacidad instalada, aumenta la rentabilidad de cada habitación, mantiene altos estándares de calidad y multiplica la exposición en canales digitales y tradicionales.
La inversión que realiza Ayenda en los hoteles trae consigo el cobro de una comisión escalonada, es decir, que es proporcional a las ventas que genera.
En ese sentido, el modelo de franquicia por conversión es una oportunidad para los hoteles independientes mexicanos que buscan crecer y ser más competitivos en un sector que debe reactivarse en un año retador por la pandemia.
La franquicia es uno de los modelos de negocio más exitosos en la historia, que ha ido evolucionando y experimentando diversas modalidades a través de los años. Una de esas adaptaciones es la “franquicia por conversión”, la cual ha permitido que empresas pequeñas se beneficien por medio de una alianza estratégica con una marca prefabricada o con una empresa ya consolidada. La franquicia por conversión ha tenido un auge en los últimos años en diversos sectores, y en el hotelería es una tendencia que está demostrando buenos resultados.
Cómo funcionan las franquicias por conversión
El término “franquicia por conversión” implica que un franquiciador incorpore a pequeños empresarios afines a su negocio a su franquicia, es decir, que negocios pequeños ya existentes acepten ser parte de una marca del mismo giro comercial con el objetivo de unir esfuerzos de mercado para que el modelo funcione y pueda promoverse con mayor fuerza a nivel masivo o global.
En cuanto a los beneficios que obtiene el franquiciado con este modelo podemos nombrar en primer lugar un crecimiento rápido, debido a la rentabilidad del franquiciador. Así, el negocio que se une a la franquicia aumenta sus ventas de manera exponencial, aprovechando la capacidad establecida por la marca, mejora la experiencia de sus usuarios y amplía su alcance por medio de nuevos canales de promoción.
Resulta importante destacar que dicha incorporación de un negocio independiente a una franquicia se da por medio de un plan de negocios que representa un beneficio a corto y largo plazo para ambos, así como la seguridad de que los cambios traerán estabilidad y ventajas para dicho negocio.
Qué aporta este modelo de negocio al sector hotelero
La competitividad, principalmente en el sector de hoteles independientes, se basa en identidad y reputación. Afiliarse a una marca de hoteles consolidada representa inmediatamente un crecimiento para un hotel local o independiente, pues accede de inmediato a un mercado mayor, es decir, el franquiciador otorga una garantía y mayor visibilidad de los servicios prestados.
En ese sentido, mediante la incorporación a la franquicia, un hotel independiente pasa a formar parte de una red estratégica que refuerza todo el negocio incluyendo a un equipo de expertos profesionales conocedores de la industria. Además, los franquiciados por conversión aprovechan y disfrutan de un soporte operativo solvente y experimentado, siguiendo la máxima de que “la unión hace la fuerza”.
Una cadena hotelera consolidada ayudará a maximizar los ingresos, no sólo por medio del posicionamiento de marca y estandarización, sino también del control de gastos operativos del hotel a través de la optimización de los parámetros de performance que sirven para realizar un análisis profundo de desempeño y marketing. Fuente: Ayenda