El derecho de vía de los mil 554 km se ha liberado a partir de 380 asambleas con participación de casi 40 mil ejidatarios y cerca de tres mil acuerdos con propietarios privados,
El Tren Maya es la obra de infraestructura con más diálogo y participación de la gente que se construye actualmente en el país, subrayó el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Javier May Rodríguez. “Se respetan los derechos del pueblo, lo que ha generado un amplio respaldo social al proyecto.”
Dijo que, a diferencia de antes, cuando los propios pobladores recuerdan épocas de despojos y arbitrariedades, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha consultado, dialogado y tomado acuerdos con personas y comunidades, incluyendo población indígena.
“El pueblo quiere el Tren Maya, ya lo espera”, manifestó al indicar que el nuevo sistema ferroviario cuenta con gran aceptación en los cinco estados que incluye su trayectoria (Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo), pero también en el resto del país.
Como muestra del resultado del diálogo y los acuerdos, precisó que la liberación del derecho de vía de los mil 554 kilómetros que componen la ruta del Tren Maya ha sido posible por la realización de 380 asambleas con participación de casi 40 mil ejidatarios que toman decisiones colectivas, además de casi tres mil acuerdos con propietarios privados.
Añadió que también ha existido entendimiento para liberar zonas de la antigua vía que por años habían sido ocupadas por familias que ahora se reubican a viviendas nuevas, dignas y confortables. Serán 600 nuevas casas las que en total se entregarán con este propósito, informó.
May Rodríguez recordó que en noviembre y diciembre de 2019, antes de comenzar los trabajos, más de mil comunidades de 118 municipios del sureste dieron su apoyo al Tren Maya en la mayor consulta indígena que se haya realizado hasta ahora en México sobre una obra de infraestructura.
Durante un recorrido por distintos tramos de la obra, explicó que junto a esa consulta también se tomó opinión a población no indígena, con participación de más de cien mil personas de 84 municipios del sureste, de las cuales arriba de 92 por ciento apoyó la construcción del Tren Maya.