Fábrica de durmientes en Poxilá, entre las más modernas de América Latina
En el avance de sus mil 500 kilómetros de ruta, el Tren Maya ha generado 105 mil empleos en el sureste de México y en las últimas semanas se reforzó con la llegada de elementos del Ejército Mexicano para el inicio de los trabajos en los tramos 6 y 7.
En Palenque, Chiapas, correspondiente al Tramo 1, se realiza la canalización de tuberías para instalaciones ferroviarias y fibra óptica.
Además, se efectúa el armado de acero de refuerzo para los muros de un paso superior ferroviario, mientras en Tenosique, Tabasco, se construye el paso del tren a un costado del emblemático puente de Boca del Cerro.
En este punto, se realiza la perfilación de talud para la cimentación de zapata que soportará la estructura del nuevo puente. Así se lleva a cabo el habilitado de muro para garantizar la seguridad ante las vibraciones de la máquina rodante.
En el Tramo 2, Escárcega-Calkiní, continúa la construcción de un paso de fauna más y la conformación de terraplén a la altura del poblado Pomuch. Entre Tenabo y Pomuch, asimismo, se cuenta con un banco de más de 85 mil durmientes listos para su instalación.
En el Tramo 3, Calkiní-Izamal, quedó terminada la planta de durmientes ubicada en Poxilá, y ya comenzó la fase de prueba. Esta fábrica cuenta con equipos de última generación y es una de las más modernas de México y de América Latina.
En el Tramo 4, Izamal-Cancún, se construyen nuevos pasos inferiores vehiculares con altura de 7.50 metros, que es mayor a la altura de los anteriores, que era de 5.50 metros.
Estos pasos se diseñaron con pendientes adecuadas para beneficiar aún más a los habitantes de comunidades aledañas, pues la de acceso servirá, por ejemplo, para que los campesinos de la zona puedan subir con sus triciclos.
El Tren Maya avanza y es desarrollo para el país y justicia social para el sureste.