La naviera Carnival Cruise Line se ha sumado a la decisión de otras navieras de prolongar la suspensión de cruceros en Estados Unidos hasta el 31 de marzo. También ha anunciado otras cancelaciones de cruceros programados para después de esa fecha.
Antes habían anunciado la misma medida otras compañías del sector como Norwegian Cruise, que lo hizo a principios de diciembre.
En un comunicado dijo que ya ha informado a los pasajeros y agentes de viajes de las cancelaciones y de las opciones de que disponen: un reembolso completo de lo que pagaron o un “generoso” crédito para futuros viajes y gastos a bordo.
“Nos sentimos apenados por decepcionar a nuestros clientes, porque como podemos ver por el sistema de reservas hay una clara subida de la demanda de cruceros de Carnival”, dijo Christine Duffy, presidente de Carnival Cruise Line.
Duffy agradeció la “paciencia y apoyo” que recibe la compañía mientras trabaja para “reanudar operaciones en 2021 con un enfoque gradual y en fases”.
La industria de cruceros con base en EEUU está paralizada prácticamente desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, lo que ha significado pérdidas millonarias para las empresas y los trabajadores.
El sector ha dejado de ingresar 77.000 millones de dólares
Según CLIA, la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros, la paralización del sector en 2020 supuso la pérdida de 77.000 millones de dólares en actividad económica a nivel global, de 518 mil empleos y de 23 mil millones de dólares en salarios.
En noviembre las autoridades sanitarias de Estados Unidos dijeron que el riesgo de contraer la COVID-19 en cruceros es “muy alto” (nivel 4) y recomendó que “todas” las personas eviten viajar en cruceros, incluidos los fluviales, “en todo el mundo”.
Desde el 30 de octubre no existe una prohibición oficial de navegar para los cruceros, pero los Centros de Prevención y Control de Enfermedades establecieron estrictas condiciones para una vuelta a la actividad que se han visto sobrepasadas por el avance imparable de la covid-19 en el país.