Mala percepción en repentina transformación de Marta, de “ambientalista” a política; Morena trata de imponerla como candidata a la alcaldía de Kinchil.
Resulta que aun no logran convencer a los morenistas de Kinchil para que terminen de aceptar a Marta Roselmy como su candidata, pues para la mayoría la defensa y coordinación de la 4T en el municipio no le correspondía a ella, pues se dice ambientalista, pero ahora quiere convertirse de la noche a la mañana en política.
“¿Qué hacía Marta entonces calentando a todos en el pueblo? ¿Por qué protestaba? En realidad, sólo estaba de campaña para que fuera de candidata, qué se puede esperar de ella si estuvo pregonando que le importa el pueblo, pero ahora vemos que lo que quiere es el dinero del pueblo”, se comenta entre los kinchileños.
Además, en Kinchil no ven con buenos ojos que, alguien que ha causado conflictos, que se dedica a sonsacar a las personas para que protesten, sea presidenta municipal. “Estaríamos votando por ella para que nos cierre nuestro lugar de trabajo”, aseveran.
Así es que más que una buena decisión ahora parece ser una equivocación de Morena haberle apostado a ella, pues los kinchileños que la seguían como ambientalista se sienten traicionados y utilizados, ya que ahora ven que simplemente le interesaba quedar bien para luego hacerse candidata.
“Realmente ella quiere sacar provecho, ahora si llega como presidenta va a poder hacerse de tierras”, es otra de las cosas que se comenta en Kinchil. El sentir, tanto de los morenistas como de los demás, es que ella no debió ser candidata y sólo fue una imposición, una mala imposición.
“La verdadera transformación con Marta es que de ambientalista se transformó en política”, recalcan.
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