No es la primera, ni será la última alianza que veremos entre partidos políticos en México, porque en el sistema mexicano las alianzas son vistas como prácticas de política fundamentales en el desarrollo de un partido en la medida en que ofrecen amplios beneficios o promesas de incentivos colectivos o individuales con miras a lograr la participación de todos los miembros del partido.
En México, su aplicación durante el periodo 2006-2010 facilitó victorias a la oposición que han ayudado a cambiar el equilibrio del poder en la política local en ciertos estados.
Si bien a nivel nacional Morena prevalece en casi todo el país, la oposición representada por el PAN, PRI y PRD buscará a través de esta figura la supervivencia en el ámbito político durante el proceso electoral del 2024.
Vale la pena señalar que en México los actos de normalidad democrática en la última década han significado el establecimiento de prácticas políticas que lejos de ser únicas o particulares, forman parte de un proceso que desde mediados de la década de los noventa ha reportado triunfos electorales tanto a la oposición como al partido gobernante.
La fórmula para designar a sus candidatos será cuestión de análisis, ya que el ganador pretenderá determinar los lineamientos a seguir, mientras que el aliado buscar sencillamente la supervivencia.
Los procesos electorales han demostrado cómo, en algunos casos, institutos políticos que ni siquiera alcanzaron el 3 por ciento mínimo de la votación sencillamente perdieron su registro.
Lo cierto es que mediante la alianza se vislumbra la posibilidad de evitar que el país en su totalidad se pinte de un solo color, para bien de algunos, pero habrá que ver qué piensa la mayoría. Y ahí, es dónde cuenta su voto, amigo lector.
¡Síguenos en Facebook y Twitter para mantenerte informado de los mejores sitios turísticos y las tendencias empresariales y culturales!.