Representantes de varias dependencias recogieron sargazo envuelto con trozos de sustancias de color negro.
Una fuga de combustóleo de la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Lerma, Campeche, provocó afectaciones en Playa Bonita, el balneario más concurrido de esta capital, por lo que la Secretaría de Protección Civil del estado ordenó el cierre temporal de ese centro turístico.
Además, pescadores de esa zona denunciaron que cada vez es más grave la contaminación que genera esa planta, la cual opera desde hace más de 40 años.
La Secretaría Estatal de Salud aseguró que hasta el momento no hay personas intoxicadas o lesionadas por la presencia de manchas de hidrocarburo, y la Secretaría del Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático dio a conocer que los restos detectados por bañistas son por causa natural, pues Campeche es un estado petrolero propenso a contar con chapopoteras en el fondo marino.
El 5 de mayo, día inhábil, visitantes reportaron que tuvieron contacto con algún tipo de hidrocarburo que consideraron hapopote o combustóleo cuando ingresaron a Playa Bonita.
Brigadas de diferentes dependencias estatales y federales inspeccionaron ayer el agua de mar y sus orillas colindantes en los principales balnearios de la capital, inclusive el Playa Bonita, Los Costales y el Country Club.
Los inspectores impidieron a los medios acompañarlos durante el recorrido, e incluso para alejarlos amenazaron con llamar a la policía y a la Guardia Nacional.
También se observó que recogieron sargazo envuelto con trozos de sustancias de color negro, mientras que algunas partes de la orilla del mar se notaban sucias.
La supervisión fue mayor en la desembocadura de la central termoeléctrica, donde personal de la CFE realizaba trabajos técnicos, y colocaba filas de costales para disminuir el flujo de las sustancias con dirección al mar, pese a efectuar estos trabajos, aunque no ha emitido información oficial.
Asimismo pescadores de la zona denunciaron que cada vez es más grave la contaminación que genera la planta de la Comisión Federal de Electricidad, en Lerma, la cual opera desde hace más de 40 años y puede tornarse nociva para especies marinas.