Capitana de VivaAerobus, platica sobre los retos y oportunidades de ser mamá y pilotar aeronaves
Alguna vez tontamente pensé dejar de volar, pero dije: tengo que tener la libertad de trabajar y también de tener a mis hijos sin descuidarlos. Aprendí que yo también tengo derecho como mujer a seguir adelante, hacer lo que me gusta y desempeñar mi profesión, esa que tanto me costó y seguirla ejerciendo”, dice la capitán de VivaAerobus, Marcela Sanchez Hidalgo Andrade.
Madre de dos hijos, uno de 16 y otro de cinco años, combina la crianza de los menores con la tarea de volar aviones Airbus 320 por todo el país y más allá.
En entrevista relata que cuando nació su primer hijo se cuestionó cómo podría mezclar su vida de piloto con la maternidad pues la aviación no es un trabajo de oficina.
Sin embargo, en conjunto con su esposo, que también es piloto de la misma compañía, encontraron el camino para que ella pudiera seguir ejerciendo su profesión.
VivaAerobus es una empresa muy factible y en mi caso yo siempre puedo regresar a casa, no tengo pernoctas en ningún lado, no vuelo diario y tengo un rol que me facilita que yo pueda estar en casa.
Ya sea que regreso tarde o temprano siempre le doy un beso a mis hijos cuando están durmiendo. A veces mi esposo vuela en la tarde y yo en la mañana o viceversa. Tenemos esa facilidad de mezclar nuestros horarios de vuelos para que alguien esté en casa”, señala.
La capitán comenta que luego de 11 años de tener a su primer hijo, ella y su esposo tomaron la decisión de tener un segundo niño pues ya habían encontrado la forma de combinar sus horarios de trabajo y familiares.
Lo tuvimos cuando vimos que sí funcionaba y nos dimos cuenta de que no había ningún límite e incluso hoy en día nos preguntan a ambos cómo le hacemos”, precisa. Fuente Excélsior